jueves, 10 de marzo de 2011

Susana Dosamantes gana demanda por negligencia médica

Después de 9 años de lucha la actriz Susana Dosamantes gana la demanda que interpuso por negligencia médica en contra del doctor Nicolás Zarur, quien le practicó una cirugía de rodilla que la dejó imposibilitada de caminar normalmente.

El amparo solicitado por Zarur para evitar la sentencia dictada en su contra en el 2008, fue negado, por lo que fue sentenciado a reparar el daño moral provocado a la actriz en el 2002.

Se desconoce la cantidad que Zarur pagará a Dosamantes, pero deberá responder por este mal procedimiento en el que Dosamantes resultó afectada cuando la operó de una cirugía de meniscos, en la que por accidente el doctor cortó el cuádriceps de su pierna.

La actriz dijo sentirse contenta de la resolución del juez en contra de Zarur, quien en todo momento negó su responsabilidad e incluso llegó a acusarla de querer desprestigiarlo con tal de obtener una ganancia económica.

En el 2008 la señora declaraba que cada vez que se encontraba con el médico en los juzgados era bastante agresivo: "Nunca con humildad, como un profesional debe conducirse. Él sabe perfectamente lo que hizo y cómo lo hizo, fingió demencia y por eso el dictamen final es negligencia y daño moral".

Se registra un mayor número de incidencias en negligencias médicas en Oaxaca

Oaxaca de Juárez.-El 85 por ciento de las negligencias médicas cometidas por galenos en la entidad, corresponder a los servicios de Salud Públicos, según datos obtenidos de la Comisión de Arbitraje Médico de Oaxaca (CAMO)

El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), siguiendo las clínicas y hospitales de la Secretaría de Salud y el tercer lugar el Instituto del Seguro Social para los Trabajadores del Estado (ISSSTE), mientras que el sector privado médico tiene sólo el 15 por ciento de las denuncias ante ese organismo.

En entrevista el presidente de la Comisión de Arbitraje Médico en Oaxaca, Arturo Molina Sosa, reveló que en 4 años se han pagado más de 4.5 millones en indemnizaciones por cirugías mal realizadas.

Destacó que sólo un cuatro por ciento del número de médicos acusado por impericia y negligencia médica alcanzan a ser procesado por la vía penal.

Sin embargo, rechazó que algún galeno oaxaqueño haya pisado la cárcel por incurrir en presuntas responsabilidades en su actuación.

Por que la mayoría de los casos castigados, concluyen con una sanción de dos años sin ejercer la medicina.

Molina Sosa, señaló que la negligencia médica en una impericia quirúrgica, que puede ser sancionado en el código penal de Oaxaca como un homicidio imprudencial.

Lo que implica que el responsable de tal error clínico puede lograr la caución tras el pago de una fianza.

Dijo que la mayor parte de casos de negligencia médica denunciado ante la Comisión de Arbitraje Médico corresponden al sector público.

El también galeno, defendió al sector medico de Oaxaca, por que dijo que de 22 millones de atenciones medicas que se registran en el año, solo 500 casos, son tipificados como quejas negativas ante el organismo que preside.

En este sentido precisó que muchas de las quejas percibidas están asociadas solo una mala atención en el servicio, motivada por la alta carga de trabajo que tienen las instituciones médicas gubernamentales.

Profesión digna

Juramento de Hipócrates
Mucha gente se refiere al juramento hipocrático que supuestamente hacen los médicos al graduarse y obtener su título en las escuelas de medicina. Por el contexto de sus comentarios se puede colegir que no conocen el texto del mismo a pesar

 de las facilidades actuales para encontrar en esa maravillosa herramienta tecnológica llamada Wikipedia y tampoco saben que ya casi nadie hace, por lo menos en México, el citado juramento.Por lo anterior, transcribo el que se supone fue dictado por Hipócrates y consumado por Galeno para regular en cierta forma el comportamiento ético de sus alumnos, cuando empezaron a enseñar la práctica de la profesión no sólo a sus descendientes, sino a personas ajenas a su familia.
 
Todo esto en el siglo V antes de Cristo:“ Juro por Apolo el Médico y por Esculapio, Higeía, Panacea y por todos los dioses y diosas, poniéndoles de jueces, que éste mi juramento será cumplido hasta donde tenga poder y discernimiento. A aquél que me enseñó este arte, lo estimaré lo mismo que a mis padres; participará de mi mantenimiento y si lo desea participará de mis bienes.
 
Consideraré su descendencia como mis hermanos, enseñándoles este arte sin cobrarles nada, si ellos desean aprenderlo.Instruiré por precepto, por discurso y en todas las otras formas, a mis hijos, a los hijos del que a mí me enseñó, y a los discípulos unidos por juramento y estipulación, de acuerdo con la ley médica, y no a otras personas.Llevaré adelante este régimen, el cual de acuerdo con mi poder y discernimiento será en beneficio de los enfermos y les apartará del perjuicio y el terror. A nadie daré una droga que pudiese ser mortal aun cuando me fuese solicitada, ni daré consejo con este fin. De la misma manera, no daré a ninguna mujer pesarios abortivos. Pasaré mi vida y ejerceré mi arte en la inocencia y en la pureza.No cortaré a nadie ni siquiera a los calculosos, dejando el camino a los que trabajan en esa práctica. A cualquier casa que entre, iré por el beneficio de los enfermos, absteniéndome de todo error voluntario y corrupción, y de lascivia con las mujeres u hombres libres o esclavos.Guardaré silencio sobre todo aquello que en mi profesión, o fuera de ella, oiga o vea en la vida de los hombres que no deban ser públicos, manteniendo estas cosas de manera que no se pueda hablar de ellas.Ahora, si cumplo este juramento y no lo quebranto, que los frutos de la vida y el arte sean míos, que sea siempre honrado por los hombres y que lo contrario me ocurra si lo quebranto y soy perjuro”.
 
Las negrillas en el texto son mías y las pongo para señalar los conceptos, que según este servidor, aún son válidos en la práctica de la profesión. Y si lo revisan cuidadosamente ni aun entonces decía en ninguna parte que el médico, salvo a sus maestros y alumnos, no debía cobrar por sus servicios. Al contrario.Desde entonces, los que estudian medicina lo hacen, no con el afán de hacerle daño a nadie, sino por el contrario, de curar y aliviar a sus semejantes y por supuesto y legítimamente, con el objetivo de recibir la compensación económica suficiente para poder llevar y ofrecerle a sus hijos una vida digna y cómoda.
 
Acorde por supuesto a los interminables años de estudio que ahora exige la profesión.Pero hay que recordar que en esta época, la medicina se enseña en escuelas y facultades y se aprende de libros muy costosos que nadie tiene a bien proporcionarle gratis a los estudiantes.Que en los tiempos de Hipócrates y Galeno, los médicos eran venerados, y si el paciente fallecía a pesar de los esfuerzos hechos, se agradecía al médico su trabajo y su atención al enfermo.No había diputados que llamaran a los médicos “asesinos de bata blanca”.
 
No había comentaristas de televisión que sin ton ni son insulten a los profesionales de la medicina sin investigar primero de parte de quién está la razón.No tenían que estar de asalariados en hospitales ganando miserias, teniendo que trabajar en dos y a veces en tres plazas para poder sobrevivir con cierta dignidad.
 
No se les echaba la culpa de todo lo que pasaba a los enfermos hablando de “negligencia médica”.No se les detenía en sus centros de trabajo de manera humillante por elementos de la PGR (no había PGR), solamente porque a algún ignorante se le ocurrió sin evidencia científica alguna, que el médico era el responsable de la muerte o el daño.No existían el seguro de riesgo profesional inventado por los abogados para proteger a los médicos de la voracidad de otros abogados encargados de mal aconsejar a los enfermos y que ahora muchos médicos tienen que traer en el bolsillo. Especialmente los ginecoobstetras.No existía la Comisión de Arbitraje Médico.En suma, eran otras las circunstancias que hace 25 siglos vivieron los ilustres Hipócrates y Galeno.
 
Han cambiado muchas cosas desde entonces, sobre todo el ambiente en el que se ejerce la profesión médica, la más científica de las humanidades y la más humana de las ciencias. Una profesión en la que el avance de la tecnología hace cada vez más arduo su estudio y su dominio. Es la carrera que más años exige para poder ser médico especialista o sub especialista y una de las peor remuneradas en las instituciones de salud pública. Pero sigue siendo una profesión digna y los que se dedican a ella lo siguen haciendo con el objetivo primordial de hacer el bien, de curar a sus semejantes y deben seguir siendo respetados.

Pierde a su hijo por negligencia médica en hospital de Tehuacán

Néstor Jiménez/municipios    
Tehuacán.-Por posible negligencia médica, una mujer perdió a su bebé de nueve meses de gestación, debido a que no fue atendida a tiempo en las instalaciones del Hospital General de esta ciudad. Los hechos quedaron asentados en la averiguación previa número 851/2011/Teh. 

   El agente del Ministerio Público, Florencio Limón, indicó que el levantamiento de cadáver se hizo a las 14:00 horas en la clínica del Hospital General, por el posible delito de negligencia médica en contra de quien o quienes resulten responsables de este hecho. 

   En este caso, Guadalupe Martínez Meza cuenta con 30 años de edad y es originaria del Municipio de Tlacotepec de Porfirio Díaz. Declaró  que desde temprana hora empezó a sentirse mal en esa población por lo que su familia optó por trasladarla a esta localidad para que fuera atendida.

   Al llegar al hospital ya presentaba dolores de parto, por lo que se le indicó que esperará en la sala, pues no había lugar donde quedarse en Urgencias.

   A pesar de tener dolores intensos, no fue atendida, y le indicaban que no pasaba nada y que siguiera esperando. Así pasaron varias horas hasta que la situación se complicó e ingresó a la Sala de Urgencias, sin embargo ya no se pudo hacer absolutamente nada, ya que el bebé estaba muerto. Los familiares pidieron la intervención del fiscal en turno para que tomara conocimiento de este lamentable hecho.
 

Aprende mujer de Hidalgo derechos luego de negligencia médica

Por Paola Eguiarte. Corresponsal
Pachuca, 8 Mar. (Notimex).- Carmen Rincón Cruz aprendió que existían los derechos reproductivos de la manera más difícil: con su propio cuerpo. En 1988, cuando tenía 27 años, una negligencia médica provocó que su hija naciera muerta y la dejó estéril.

"Tenía 27 años y atendieron mal el parto, se muere mi hija por una mala atención médica y a los ocho días me tienen que quitar el útero y los ovarios", recuerda.

Este hecho marcó la vida de esta mujer y desde ese momento se dedicó a proteger los derechos y la vida de las personas de su mismo sexo, a pesar del rezago en la materia de las leyes mexicanas.

No obstante, Carmen adoptó dos niños por "la libre", es decir los cuidó sin ninguna garantía legal.

La primera hoy día ejerce la medicina, el segundo nació con una discapacidad mental. Se llama Emiliano, tiene 15 años y presenta Microcefalia, lo cual significa que el cráneo es más pequeño que el cerebro, lo que evita su desarrollo. La edad mental de Emiliano es de un niño de 6 años.

A 23 años de distancia, Carmen es reconocida a nivel mundial. En 1994 acudió a la Conferencia Internacional sobre Población y el Desarrollo celebrada en El Cairo, cumbre emblemática en derecho de mujeres.

Fue oradora representante de América Latina, participó junto con Hillary Clinton y otras personalidades.

Desde hace más de una década lidera un proyecto comunitario con mujeres de escasos recursos de Pachuca que tienen hijos con capacidades especiales, llamada una "Una casa para Emiliano". un concepto innovador que ya llamó la atención en Alemania.

"Tras compartir mi experiencia, el presidente mundial de ginecólogos me dirigió unas palabras y me pidió perdón en nombre de todos los ginecólogos del mundo. Tristemente yo aprendí lo que eran los derechos reproductivos a través de mi cuerpo", dice.

Su lucha tuvo un logro fundamental para los derechos reproductivos de las mujeres en Hidalgo:
el 25 de marzo de 2008 logró que el Congreso del estado aprobara una reforma al Código Penal Constitucional del Estado, con la cual se aumentaron las causales para hacer legal la interrupción del embarazo.

Entre estas destacan la de "exclusión social" de las mujeres; es decir, cuando por motivo del estado lactante una mujer sea discriminada por razones de moral o prejuicio en la sociedad.

"Hay avances, pero las mujeres de Hidalgo siguen indefensas, las leyes no las protegen; sigue prevaleciendo el machismo y la violencia, últimamente también se han registrado feminicidios en algunos municipios, la mujer de Hidalgo sigue sufriendo y eso tiene que parar", asevera.

De acuerdo con las últimas cifras de la Secretaría de Salud de Hidalgo, entre 2000 y 2005 se atendieron 22 mil 584 abortos incompletos, lo que significa una tasa del 10 por ciento, cuando la media nacional es del 6 por ciento.

Otras cifras, las preliminares del XIII Censo de Población y Vivienda 2010, revelan que en Hidalgo hay un millón 379 mil mujeres y un millón 286 mil hombres; es decir, más de la mitad de la población son mujeres (51.8 por ciento); lo anterior lleva a una relación de 93 hombres por cada 100 mujeres.

Luego de que en 1988 una mala atención médica matara a su bebé, Carmen buscó justicia. En un hecho inédito para la vida de Pachuca, la activista salió a las calles junto con 30 integrantes de su familia, incluyendo su abuelita, para exigirle al gobierno del estado que el caso fuera consignado a las autoridades.

"Fue la primera en Pachuca, donde estuve acompañada por todas las mujeres de mi familia, todas pedían justicia para mí. Marchamos del Reloj Monumental a Plaza Juárez (sede del gobierno), cerramos calles y tal hecho causó mucho ruido en los medios de comunicación", rememora.

El caso fue consignado ante las autoridades y el ginecólogo Jorge García Ávila fue acusado de la muerte del recién nacido. El proceso duró siete años. La sentencia fue de seis meses sin licencia para ejercer la profesión. Actualmente ya se jubiló pero ejerce de manera particular.

Sin embargo, para Carmen y su familia fue un triunfo. "Este fue el primer juicio en su tipo en todo el país, pero para mí lo más importante es que lo gané, hice valer mis derechos".

La resolución sembró el antecedente más importante para el estado en esta materia. A raíz de esto, surgió el "Grupo de Mujeres de Pachuca Cíhuatl (mujer)", cuya función es ayudar a otras mujeres que sufrían maltrato o injusticia de parte del personal médico, pareja o de los mismos familiares.

"Grupo de mujeres de Pachuca Cíhuatl" se funda en 1988 con mujeres de mi familia, desde mi abuelita, tías, primas y demás", presume.

Sin embargo, se enfrentan a más dificultades.

"Hemos trabajado en campaña, a nivel escuelas, en las calles, en medios de comunicación y algo que fuimos observando es que las mujeres debían tener más accesos a los servicios y más sujetas de derecho en materia de salud y nos damos cuenta de una limitante que es la violencia", dice.

A partir de entonces, Carmen y su grupo adoptan una estrategia internacional para combatir este nuevo mal social. "Traemos la vacuna contra la violencia intrafamiliar a Hidalgo desde Colombia. Desde hace diez años realizamos esta vacunación, es un trabajo lúdico con los niños de primaria" comenta.

Actualmente, Carmen y su grupo hacen acompañamiento con mujeres que sufren violencia, que les va restando calidad de vida e impide el cuidado de su salud.

Apenas ayer, lunes 7 de marzo estuvo en México para firmar un convenio con mujeres de otros 28 estados con la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y para integrar el Observatorio Nacional de Muerte Materna.

Actualmente, Carmen y Grupo de mujeres de Pachuca Cihuatl trabajan con el Instituto Hidalguense de las Mujeres, con el DIF municipal y estatal, la Comisión Estatal de Derechos Humano, universitarias y con la organización Diamantes de Fuego, integrada por mujeres que trabajan en tema de SIDA.

Rincón Cruz es Químico Farmacobióloga, cuenta con una especialidad en salud pública, tiene una maestría en Población, además de un doctorado que recién curso en la Universidad Autónoma de Metropolitana (UAM) Xochimilco en Ciencias Sociales con especialidad en Género.

Negligencia médica cobra la vida a una bebé de 8 meses

La negligencia de médicos cobró la vida de una niña de tan sólo 8 meses de edad que perdió la vida en el Hospital del Niño y la Mujer, ya que en el momento de su agonía, los doctores le negaron la atención oportuna.

A través de una denuncia anónima por parte de una mujer embarazada, quien pidió omitir su identidad por temor a represalias en su contra, mencionó que la noche del pasado martes tuvo dolores de parto, por lo que ella en compañía de su esposo fue al Hospital del Niño y la Mujer de esta ciudad de Comitán. Al llegar la mujer estuvo esperando por más de dos horas para que pasara a consulta, en el transcurso de ese tiempo una madre llegó a la citada clínica para pedir el apoyo ya que su pequeña hija de tan sólo 8 meses de edad, estaba a punto de morir a causa de una fiebre.

La mujer no tuvo más que hacer, por lo que se sentó por más de dos horas, a esperar su turno, mientras que los doctores se paseaban por los pasillos del hospital, desafortunadamente a escasos minutos de ser atendida, la niña comenzó a convulsionar a causa de la fiebre y en cuestión de segundos quedó sin vida.

Los doctores no prestaron atención alguna, mientras que la madre lloraba amargamente la pérdida de su hija; esto provocó la indignación de muchas personas al ver que los doctores no les importa nada más que ganar dinero, y que no les importa la salud de las futuras madres y los niños.

Finalmente la denunciante dijo que al ver lo que había ocurrido decidió trasladarse a una clínica privada, ya que temía que a ella le fuera a pasar alguna situación que lamentar a causa de la negligencia de los doctores.